La expansión europea y el Renacimiento

La evolución de la sociedad bajomedieval en el Occidente europeo dio lugar, en los siglos XV y XVI, al fenómeno que llamamos Renacimiento. Los focos en los que se gestó fueron el norte de Francia y los Países Bajos, donde la burguesía era fuerte y se había enriquecido considerablemente con el comercio y la industria, sobre todo la textil. Italia fue otro foco, que se manifestó con especial brillantez en el terreno cultural y artístico y tuvo gran poder de irradiación a toda Europa Occidental.

Los nuevos valores

En el mundo medieval, la existencia humana era una mera preparación para el más allá, bajo la guía segura de la iglesia. Esta constituía la autoridad máxima no solo en materia religiosa, sino que dominaba la vida cultural.

Erasmo de Rotterdam (¿1469?-1536) es una de las figuras más destacadas del humanismo.

La nueva sociedad, sin embargo, empezó a buscar respuestas más allá de los dogmas. A una sociedad más abierta y permeable correspondía una nueva consideración del ser humano y de la naturaleza, como algo más que simples piezas en el plan general de la Creación. Este puesto central del hombre dio lugar a que la cultura tomara una dirección que conocemos como humanismo.

Este dibujo de Leonardo da Vinci ejemplifica la centralidad del hombre en el pensamiento de los nuevos tiempos.

La monarquía autoritaria

En la Baja Edad Media se había elaborado una doctrina, por obra de los legislas, teóricos del derecho político, que daba fundamento ideológico a una monarquía autoritaria al frente de Estados nacionales, que pusiera fin a las luchas entre la nobleza y los soberanos. Estas luchas dieron lugar a cruentas guerras civiles (Inglaterra, Castilla). Ahora, con el auxilio de los burgueses, los reyes pudieron establecer los límites de sus Estados y someter las fuerzas hostiles, dando forma a las naciones europeas modernas. Decayeron los parlamentos medievales y se crearon instituciones unitarias, como una burocracia y unas fuerzas armadas eficaces, un poder judicial y mecanismos de control social como la Inquisición (ya existente, pero ahora revitalizada) y fuerzas policiales.

Fachada original de la Casa de las Conchas (Salamanca) es una muestra del primer Renacimiento español (1512).

Solo los países que eran mosaicos territoriales, con la autoridad central diluida o inexistente, como el Imperio germánico e Italia, o con una monarquía débil (Polonia) se sustrajeron al espíritu de los tiempos.

El término renacimiento se explica porque al no satisfacer plenamente la cultura bajomedieval las nuevas aspiraciones, se buscaron respuestas y modelos en el pasado clásico, esto es, en el legado de Grecia y Roma.

El buen gobierno, de Ambrogio Lorenzetti. Este fresco de Siena refleja el espíritu de las señorías mercantiles italianas y las nuevas inquietudes políticas.

Nuevas rutas para el capitalismo inicial

El nuevo impulso, revitalizador y aperturista, trajo consigo por un lado notables avances científicos, y por otro lado la burguesía mercantil aspiraba a abrir nuevos horizontes a sus actividades. La toma de Constantinoplapor los turcos (1453) cerró en gran parte el comercio con Oriente por las vías tradicionales. Con ello y con el desarrollo de importantes centros mercantiles en los Países Bajos y en el Báltico (donde unas 200 ciudades habían establecido una unión mercantil, la Hansa), el eje de la economía se desplazó del Mediterráneo al Atlántico.

Los progresos en la navegación fueron posibles gracias a mejoras en el diseño de los barcos y a los nuevos instrumentos de navegación, que permitieron afrontar las rutas oceánicas.

España y Portugal se reparten el mundo

En 1493, el papa Alejandro VI concedió una bula a los dos países para delimitar sus viajes de exploración y conquista. Ambos ratificaron el acuerdo en el tratado de Tordesillas (1494): la Tierra quedaba dividida a esos efectos por un meridiano situado al oeste de las islas de Cabo Verde, y la parte occidental correspondería a España. Aunque no con ánimo belicoso, ambas naciones no tardaron en violar el acuerdo: Portugal se apoderó de Brasil, del que solo le correspondía una pequeña parte, y España incorporó Filipinas, en plena "zona" portuguesa.

Juan Sebastián Elcano (¿1476?-1526). Murió durante su segunda expedición al Pacífico.

La primera vuelta al mundo (1519-1522), fue iniciada por Fernando de Magallanes, portugués al servicio de España, y completada por Juan Sebastián Elcano.

La era de los descubrimientos

La primera potencia que emprendió la búsqueda de rutas alternativas hacia Oriente fue Portugal, en el siglo XV. Merced a los progresos en la navegación (adopción de la brújula, cartografía más fiable, nuevos modelos de barcos), los portugueses llegaron a la India (1498), China e Insulindia (1511) costeando Áfrico y establecieron factorías a lo largo de la ruta. Las mercancías importadas eran básicamente especias, oro, azúcar y tejidos de seda. Esto y la necesidad de hallar rutas más cortas para llegar a aquellas lejanas tierras, sin tener que circunnavegar África, animó la empresa de Cristóbal Colón, quien, apoyado por la corona de Castilla, descubrió un nuevo continente (1492), llamado después América. Colón realizó cuatro viajes a las Antillas hasta 1504, pero murió convencido de que había puesto pie en Asia, ya que se creía que el diámetro de la Tierra era menor y, por tanto, que las costas de China y Japón solo estaban separadas de Europa por el Atlántico. A Colón le siguieron otros exploradores que, a su vez, abrieron el camino a los conquistadores.

Cristóbal Colón

Es muy probable que naciera en Génova (1451). En cualquier caso, navegó bajo esta bandera y cabe la posibilidad de que actuara como corsario. Entró luego al servicio de Portugal, pero no consiguió interesar al rey Juan II en su proyecto de hallar una ruta directa a las costas orientales de Asia. Había conseguido un mapa de un cosmógrafo florentino, y con él esperaba lograr su propósito. Se trasladó a España, donde encontró apoyo en Isabel la Católica. En ninguno de sus cuatro viajes llegó a pisar tierra firme, aunque avistó las costas de Venezuela. Así pues, siempre desembarcó en islas antillanas. Se retiró a España y falleció en Valladolid (1506).

Cristóbal Colón basó su búsqueda de la ruta atlántica en los cálculos del cosmógrafo florentino Paolo del Pozzo Toscanelli, de los que tuvo conocimiento en Portugal.